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Aimplas trabaja para obtener una gestión mucho más sencilla y sostenible al final de la vida útil de los envases, gracias al innovador adhesivo biobasado y compostable que está desarrollando, el primero de estas características y que cubrirá un vacío en el mercado.
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico trabaja en esta solución pionera en el marco del proyecto ADHBIO, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI). Se trata de un adhesivo de tipo termofusible o hot-melt que presenta un contenido superior a un 95% de polímeros de origen renovable y ofrece la misma funcionalidad que los adhesivos convencionales de procedencia fósil y no biodegradables.
La tecnología propuesta da respuesta a una enorme demanda, ya que el adhesivo hot-melt representa entre el 15 % y el 21 % del volumen global de producción y consumo de adhesivos. Es más, el crecimiento anual promedio total de la tasa de consumo de este tipo de adhesivos es de 1,5 a 2 veces mayor que la de otros tipos.
De esta manera, el adhesivo biobasado y compostable planteado permite gestionar el fin de vida de los productos que lo contienen sin necesidad de eliminarlo, ya que en algunas de las aplicaciones estudiadas ni siquiera será necesaria su separación, como es el caso de su empleo en etiquetas de papel, al permitir que se gestione en plantas de compostaje junto al film o bolsa compostable (también serviría para botellas o cualquier otro tipo de envase) donde se adhiera.
En otras aplicaciones, como las que implican su utilización en envases compuestos por varias capas laminadas, como son los briks, el adhesivo cumple una doble función: por una parte, permite la separación de capas porque tiene la propiedad de ser removible o pelable, lo que supone una clara ventaja para su posterior gestión en envases multimaterial cuyo final de vida sea el reciclado; por otra parte, el adhesivo puede gestionarse de manera conjunta en el caso de que el envase que lo contenga también sea compostable.