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Europa vuelve a poner el foco en el REACH y alerta de dos compuestos químicos de carácter industrial que se utilizan para la fabricación de fibras sintéticas, soluciones de limpieza o materiales de construcción.
Reducir la exposición y los riesgos de los trabajadores industriales se antoja fundamental para la Comisión Europea. Por ello, se vuelve a prevenir de ciertas sustancias químicas a las que se debe prestar especial atención.
Se trata de la N,N-dimetilacetamida (DMAC) y del 1-etilpirrolidin-2-ona (NEP), empleados ampliamente en procesos industriales, como la producción de productos químicos, revestimientos, productos de limpieza y fibras sintéticas.
El DMAC se utiliza habitualmente en la fabricación de fibras sintéticas y barnices para cables eléctricos, mientras que el NEP se encuentra en productos como soluciones de limpieza, productos agroquímicos y materiales de construcción. Ambos disolventes también tiene aplicación en laboratorios.
Las nuevas medidas, adoptadas en virtud del reglamento de la UE sobre registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos (REACH, por sus siglas en inglés), establecen límites más estrictos para la exposición a estas sustancias, tanto por inhalación como por contacto con la piel con el objetivo de proteger a los trabajadores que las manipulan de forma habitual.
Para apoyar su aplicación, la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA, por sus siglas en inglés) actualizará las directrices existentes relacionadas con estos disolventes para ayudar a las empresas a comprender y cumplir mejor los nuevos requisitos.
La restricción entrará en vigor en un plazo de 18 meses para permitir que los usuarios puedan adaptarse adecuadamente a los nuevos requisitos, aunque para el sector de fibras artificiales y sintéticas que emplea DMAC se ha previsto un período de transición de cuatro años.
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