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Qué pasos se están dando para cambiar de un modelo lineal (“extraer, producir, desechar”) a un modelo de economía circular? Es una de las cuestiones que se ha tratado en la mesa redonda «La transición hacia una economía circular: un cambio de paradigma», organizada ayer por IQS en el marco de la EU Green Week 2025.
Para dialogar sobre ello, el evento contó con la participación de Natalia Turón, secretaria general y directora global de Estrategia Corporativa y Sostenibilidad de SEAT S.A.; Carles Navarro, director general de BASF Española; Jesús Santamaría, director de Crecimiento de GCR, y Cristina Alonso, directora del Centro de Investigación de Referencia UNIJES en Ecología y Medio Ambiente de IQS y moderadora de la mesa.
Alonso abrió el acto destacando que el 95% de las industrias prevé invertir en desarrollar soluciones de economía circular en los próximos tres años, según el informe Circular Transformation of Industries del Foro Económico Mundial. Además, aprovechó para anunciar que IQS pone en marcha en octubre el Máster en Economía Circular.
Turón, vinculada a uno de los principales fabricantes de la industria automotriz, subrayó que “la circularidad no es un coste, sino una inversión” y forma parte de su hoja de ruta para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. En este sentido, compartió avances concretos como el uso de materiales reciclados y renovables en interiores de vehículos –como SEAQUAL® YARN, derivado de plástico marino, o la microfibra Dinamica®.
“Estamos desarrollando interiores de última generación fabricados con materiales reciclados y renovables para nuestros coches. El objetivo es alcanzar una cuota del 40% de materiales circulares en los nuevos modelos en 2040. Además, hemos reducido en cerca de un 80% la generación de residuos en nuestros procesos productivos en comparación con 2010”, celebró Turón, que destacó que en 2024 obtuvieron los mejores resultados en sostenibilidad hasta la fecha.
Por su parte, Navarro, que trabaja para una de las empresas químicas más importantes del mundo, reivindicó una visión realista: “La economía circular es un concepto atractivo, pero difícil de implementar. Deberíamos hablar de una economía circular-espiral”. BASF se ha fijado como objetivo alcanzar 10.000 millones de euros en ventas de materiales circulares para 2030. “Los residuos no son residuos, sino un recurso que no se está utilizando adecuadamente”, señaló.
Además, destacó su colaboración con Inditex, que ha dado resultados como las chaquetas producidas al 100% con loopamid, una poliamida fabricada completamente con residuos textiles con la que, destacó, han enviado un mensaje a toda la industria textil de que la circularidad es posible. También apuntó la necesidad de reforzar los puentes entre universidad e industria y denunció la falta de comprensión por parte de quienes diseñan políticas industriales: “Para hacer política industrial, primero hay que entender la industria, y muchos políticos no la entienden”.
Desde el sector del reciclaje de plásticos, Santamaría defendió el papel del residuo como fuente de valor. “La tecnología para producir polímero reciclado de alta calidad y rendimiento ya existe. Por lo tanto, no hay excusa para no utilizar este plástico reciclado”, señaló. Además, alertó de que la capacidad de reciclaje mecánico en Europa es aún muy inferior a la demanda que generarán futuras normativas como la que afectará a los envases en 2030. “El marco regulatorio ayuda a la transformación de la industria, pero también necesitamos apoyo institucional”, opinó.
Preguntado por las habilidades que buscan las empresas en materia de circularidad, Santamaría destacó el conocimiento regulatorio y que sean profesionales que crean en la sostenibilidad, ya que, señaló, “habrá vientos en contra y tendrán que perseverar”.
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