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La industria química vasca encara una década decisiva marcada por la jubilación masiva de la generación del baby boom y la falta de relevo joven en el mercado laboral.
“Estamos en una situación crítica, como todos los sectores industriales”, advierte Luis Blanco-Urgoiti, secretario general de la Asociación Vasca de Empresas Químicas (AVEQ-KIMIKA).
“Tenemos cifras, tenemos certeza de que se va a producir, pero genera mucha incertidumbre para las empresas saber que sus personas clave se jubilarán en un periodo tan corto”, destacó en la jornada Estrategias de gestión de jubilaciones y conservación del conocimiento celebrada en Bilbao en colaboración con la iniciativa ekinBarri.
Según explicó Blanco-Urgoiti, el sector químico agrupa en Euskadi a unas 22.000 personas, con una media de edad que sitúa a un 49% de la plantilla por encima de los 50 años. “En un horizonte de entre 5 y 15 años se jubilará un porcentaje muy alto de trabajadores y trabajadoras”, señala. “Eso supone un reto enorme para el sector, tener tantas bajas concentradas en el mismo periodo de tiempo”.
El secretario general de AVEQ-KIMIKA advirtió que no habrá suficiente talento joven para sustituir a quienes se jubilen. “Va a haber una competencia por el talento en todos los sectores. No va a haber suficiente y va a ser un bien escaso”, subraya.
Ante esta situación, defendió una combinación de estrategias:
“Tiene que haber políticas que animen a las personas a prolongar su vida laboral, que no estén deseando jubilarse en cuanto puedan. También una marca empleadora que haga atractivo trabajar en el sector, políticas públicas que refuercen la formación técnica y profesional, y, si es necesario, recurrir al talento de fuera porque los sectores productivos deben seguir funcionando para sostener el estado del bienestar”.
Blanco Urgoiti también apuntó a la necesidad de cambiar la percepción social del trabajo industrial, especialmente entre las nuevas generaciones y las mujeres.
“El trabajo en la industria se percibe como algo duro, físico, con turnos exigentes, pero la realidad es distinta. Hoy un operador de sala trabaja con tecnología, con sistemas digitales y automatizados. No se trata de estar frente a un horno”, explicó.
En su opinión, la tecnología y la innovación han transformado la naturaleza del trabajo en las plantas químicas. “Tenemos que transmitir la realidad del sector: es un entorno de alta tecnología, innovación y búsqueda de nuevas oportunidades. Quienes lo conocemos sabemos que es un sitio activo y atractivo para trabajar, pero tenemos que contarlo mejor”.
El relevo generacional no se limita a la entrada de jóvenes, sino también a preservar el conocimiento de quienes se marchan. “El conocimiento crítico debe mantenerse y transmitirse”, insistió Blanco-Urgoiti. “No solo se trata de tecnología, sino de cultura organizacional, de saber cómo funcionan las cosas en una empresa. Esa transmisión es esencial para garantizar continuidad y competitividad”.
Aunque reconoce que alargar la vida laboral puede ser una parte de la solución, subraya que debe ir acompañada de políticas de atracción de talento joven. “Necesitamos que el sector resulte atractivo para los jóvenes. Ambas cosas son esenciales para el futuro”.
En esta línea, la Asociación Vasca de Empresas Químicas (AVEQ-KIMIKA) convocó a gerentes y responsables de empresas industriales vascas a una jornada informativa para abordar estrategias concretas que permitan asegurar la transferencia del conocimiento y la continuidad empresarial.
Durante el encuentro, la preocupación central fue la pérdida del “criterio no documentado” que reside en estos profesionales veteranos. Perfiles con más de 25 años de experiencia que actúan como memoria organizativa y, además, sirven de puente crucial entre departamentos.
La marcha de estos pilares organizacionales provoca una “cascada de problemas”, desde dudas que antes se resolvían rápidamente hasta retrasos en la validación de materias primas, reclamaciones de clientes e, inevitablemente, nerviosismo y menor fluidez entre los equipos. El sector se enfrenta a una escasez de talento tecnológico que la inmigración, según análisis incluido en el Informe Draghi, no podrá cubrir por sí sola, impulsando aún más la incorporación de mujeres y personas senior.
Durante la jornada empresas clave del sector químico vasco compartieron sus estrategias para abordar esta problemática. Idoia Fernández, People Manager de Protec Arisawa subrayó la complejidad de los reemplazos, donde la formación de nuevas incorporaciones puede extenderse hasta seis meses, lo que obliga a diseñar planes de sucesión específicos para perfiles con 25 años de experiencia.
Por su parte, Rosalía Ferreño, responsable de la Gestión Senior de Talento en Petronor, destacó el uso de herramientas digitales para la transmisión de conocimiento, aunque reconocieron que los “pequeños detalles informales y ricos en conocimiento” suelen escaparse a la sistematización.
En esa misma línea intervino Javier Fernández, miembro de Desarrollo Corporativo de Bilbaína de Alquitranes quién señaló que la transmisión de la cultura organizacional “va más allá de los manuales técnicos”, centrándose en el traspaso de intangibles como comportamientos y criterios de decisión, llegando incluso a liberar a una persona para que se dedique exclusivamente a esa transición.
Por último, Mª Dolores Rodríguez, del departamento jurídico y recursos humanos de Bahía Bizkaia Gas destacó la iniciativa ekinBarri para la retención de perfiles críticos abogando por el bienestar de las personas de la organización, y destacó el servicio de Lan Mentoring, impulsado por Lanbide e Innobasque, que tiene como fin prioritario asegurar el relevo generacional en ese ámbito.
La jornada se completó con la presentación del ekinBarri y el Proyecto Prometeo Senior STEAM, desarrollado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Bizkaia (COIIB) en colaboración con Plataforma50. Prometeo busca acelerar la inclusión de la diversidad generacional como factor de competitividad y dar respuesta al riesgo de pérdida de empleo en la edad madura.
Se enfoca en las transiciones profesionales a través de un enfoque holístico que abarca la salud, las competencias y la situación económica, buscando modelos satisfactorios para reincorporar a las personas senior a la actividad o facilitar el alargamiento voluntario de la vida laboral.
El secretario general de AVEQ-KIMIKA, Luis Blanco-Urgoiti recordó que esta problemática no afecta solo a la química, sino a toda la estructura industrial vasca.
“La industria química no es diferente al acero, al papel o a otros sectores clave del país. Todos enfrentamos el mismo desafío demográfico”, afirma. Además, señaló que la incertidumbre general en la economía —desde los aranceles hasta los cambios regulatorios— agrava la dificultad para invertir y planificar.
“La incertidumbre es el principal enemigo de la inversión. Nos estamos acostumbrando a vivir con ella, pero esta vez hablamos de algo seguro: las jubilaciones llegarán, y hay que estar preparados”, dijo.
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