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Los ordenadores cuánticos prometen revolucionar el mundo de la informática y las telecomunicaciones, pero aún falta un paso clave para que puedan integrarse en nuestro día a día: comunicarse con las tecnologías actuales.
Con ese reto en mente, la Universitat Politècnica de València (UPV) lidera el proyecto Q-FACE, que busca crear un sistema capaz de comunicar sistemas de computación cuántica usando redes de comunicación que ya utilizamos.
El proyecto que forma parte del Plan de Comunicación Cuántica de la Comunitat Valenciana, en el que colaboran la Universitat de València, la Universitat Politècnica de València, la Universidad de Alicante y la Universidad CEU Cardenal Herrera. Juntas, estas instituciones están impulsando una nueva ola de innovación para situar a la Comunitat Valenciana como referente en tecnologías cuánticas aplicadas a ámbitos como las telecomunicaciones, la ciberseguridad o la salud.
El objetivo de Q-FACE es desarrollar un dispositivo integrado que actúe como “puente” entre los ordenadores cuánticos y las redes ópticas tradicionales, permitiendo que ambos sistemas “hablen el mismo idioma”. De este modo, los futuros procesadores cuánticos podrían intercambiar información a través de la fibra óptica ya instalada, lo que supondría un gran avance hacia las comunicaciones cuánticas seguras y accesibles.
“Queremos que los ordenadores cuánticos del futuro puedan conectarse con las redes que usamos hoy”, ha explicado Alejandro Martínez, catedrático y responsable del proyecto. “Nuestro trabajo busca hacer esa conexión posible, traduciendo las señales cuánticas al lenguaje de la luz, que es el que domina nuestras telecomunicaciones de larga distancia”.
La clave está en desarrollar un interfaz integrado que permita transformar señales cuánticas de microondas en señales ópticas, y viceversa, de forma eficiente y estable, usando un oscilador mecánico como mediador. Aunque el proceso es complejo, el equipo de la UPV lo resume con una idea sencilla: crear un traductor eficiente entre el mundo cuántico y el las redes de fibra.
“Lo fascinante de este proyecto es que combina la investigación más puntera con un objetivo muy práctico”, ha destacado Martínez. “Estamos sentando las bases para que, en un futuro no tan lejano, los ordenadores cuánticos puedan comunicarse entre sí con total seguridad a través de las mismas redes que usamos hoy”.
Además de su potencial tecnológico, Q-FACE representa un modelo de colaboración multidisciplinar, en el que participan especialistas en física, ingeniería y fotónica. Todos ellos trabajan con un propósito común: acercar la tecnología cuántica a la realidad cotidiana
Este proyecto forma parte de los once que integran el Plan de Comunicación Cuántica, liderado por cuatro universidades de prestigio: la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universitat de València (UV), la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH). En conjunto, estas iniciativas abarcan una amplia variedad de líneas de investigación y desarrollo con el propósito de impulsar la tecnología cuántica y sus aplicaciones en ámbitos estratégicos como las telecomunicaciones y la ciberseguridad, consolidando así a la Comunitat Valenciana como un referente en innovación tecnológica a nivel nacional e internacional.
“La ciencia cuántica no solo se construye con fórmulas, también con colaboración y visión de futuro”, ha concluido el responsable del proyecto. “Desde la UPV queremos aportar nuestro conocimiento para que los avances cuánticos lleguen realmente a la sociedad”.
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