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Con factores como el cambio climático, el crecimiento de la población y la escasez de materiales que impulsan cambios comerciales inevitables en las próximas décadas, las estrategias de sostenibilidad ambiental son un tema cada vez más crítico para los fabricantes, proveedores y usuarios de energía industrial a gran escala. La fabricación sostenible implica la entrega de bienes y servicios a través de procesos que minimizan el impacto medioambiental, incluida la reducción de emisiones, del uso de energía, de los desechos y el aumento de la conservación de los recursos naturales.
Una serie de presiones están obligando a las organizaciones industriales a realizar un cambio estratégico en la sostenibilidad medioambiental. Los fabricantes deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con una legislación medioambiental más estricta o exponerse al riesgo de litigios/multas por incumplimiento. Tanto los inversores activistas como los institucionales están impulsando estrategias económicas bajas en carbono y una mayor aversión al riesgo, mientras que la presión social de los consumidores, con una conciencia ambiental ilustrada, nunca ha sido mayor. Como resultado, las empresas industriales están comprometidas con ambiciosas estrategias de descarbonización y sostenibilidad ambiental, implementando soluciones que permitan el uso de combustibles alternativos y fuentes de energía bajas en carbono, la reducción del uso de energía y materiales en los sistemas de producción y la gestión y eliminación de la producción de emisiones; por ejemplo, mediante la utilización y el almacenamiento de la captura de carbono.
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