Empresas Premium
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Podemos hablar de la seguridad industrial como si se tratara de una variable más en la cuenta de resultados de una empresa, como si su coste fuera equiparable al de una inversión en maquinaria o en formación.
Sin embargo, cuando sucede un accidente grave, nos damos cuenta de que se trata de una cuestión vital, no solo en sentido literal, sino también en términos de responsabilidad ética, social y económica.
España cuenta con un marco legal amplio en materia de seguridad industrial, e incluso una normativa específica para el control de accidentes graves, como el Real Decreto 840/2015, que transpone la Directiva Seveso III de la Unión Europea.
La Directiva Seveso, conocida en la industria química y cuyo nombre hace referencia al accidente de Seveso (Italia) en 1976 (hace relativamente poco tiempo), busca prevenir accidentes graves en instalaciones industriales que manejan sustancias peligrosas, minimizando las consecuencias para la salud humana, el medio ambiente y los bienes.
Pero la seguridad industrial no solo es una cuestión de cumplimiento normativo, sino que es un factor clave para la soste nibilidad económica y el desarrollo sostenible. La sostenibilidad está relacionada con esta normativa en la medida en que la prevención de accidentes graves, la limitación de impactos ambientales y la protección de la salud humana contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo.
|