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Cepsa acaba de obtener la Certificación ambiental EPD (Environmental Product Declaration) para sus productos LAB y LABSA, producidos en sus plantas de España (San Roque, Cádiz) y Canadá (Bécancour).
Coral Verge, responsable de Tutela de Producto de Cepsa; Antonio Almodóvar, responsable de Zona de la empresa certificadora DNV GL; José Manuel Martínez, director de Petroquímica de Cepsa, y Niurka Sancho, directora de Desarrollo e Innovación de Petroquím
En concreto, la compañía ha obtenido cinco certificaciones EPD para los productos Petrelab 550, Petrelab 550Q, Petrelab 500Q, Petresul 550 y Petresul 550Q, que sitúan a Cepsa, según sus responsables, en pionera mundial en el sector del LAB en obtener esta certificación, adelantándose a la futura normativa sobre esta materia.
La EPD es una declaración ambiental certificada según la norma internacional ISO 14025. Se trata de una información ambiental sobre un producto basada en el análisis de su ciclo de vida. Su metodología supone analizar y cuantificar la huella ambiental de los productos en sus diferentes etapas, desde la obtención de las materias primas y fuentes de energía que se utilizan para su producción hasta su destino final como residuo.
Cepsa produce el 42 % del LAB consumido en África, el 26 % en Europa Occidental, el 30 % en Norteamérica, el 55 % del de Latinoamérica y el 74 % en España. Esto supone el 15 % de la cuota total mundial, lo que equivale a la producción anual de 600.000 toneladas de este producto, materia prima principal para la elaboración de detergentes biodegradables. La compañía dispone de plantas químicas especializadas en la fabricación de LAB en España, Canadá y Brasil.
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