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La industria petroquímica de Tarragona continúa trabajando a contrarreloj con la vista puesta en recuperar su actividad industrial cuanto antes, tras el apagón eléctrico general sufrido este pasado lunes.
El proceso se hace por partes y todavía tardará algunos días, o incluso semanas, antes de poder restablecerse una normalidad.
El arranque empezó por las unidades de gases y, a medida que el sistema vaya respondiendo, se irán activando de forma graduada las diferentes plantas. El objetivo es que mañana -sábado- ya pueda ponerse en marcha uno de los dos crackers, mientras que el otro lo hará el martes de la semana próxima.
En este momento, este el calendario con el que trabajan las compañías, según explicó este pasado miércoles por la mañana la directora gerente de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), Maria Mas, que en el marco del ciclo de conferencias ´Bon dia Tarragona´ de la Cambra de Comer,dando a conocer los efectos cosechados a causa del apagón que afecto a todo el país durante muchas horas.
Mas ha asegurado que este proceso de arrancada de la industria es un "encaje de bolillos" en el que el conjunto de las compañías trabaja de forma sincronizada para poner de nuevo en marcha el sistema, teniendo en cuenta que las compañías deben tener la autorización de Red Eléctrica Española para evitar cualquier tipo de fluctuación que pueda volver a poner en riesgo el sistema. Este proceso se ponía en marcha el martes pasado, de madrugada, después de que durante todo el lunes por la noche se trabajara de forma intensa en las compañías para que así fuera posible.
Desde la AEQT se aseguró que la activación de las plantes de producción de gases inertes "se produjo con normalidad", lo que permitía continuar con la puesta en funcionamiento de las primeras unidades de servicio, como son las de producción de cloro, que todavía no están al 100%. "Como es un proceso en cadena, podemos decir que está progresando según lo que permite la situación", afirmó Maria Mas.
La responsable de la AEQT también quiso poner en valor la "profesionalidad de los grupos humanos", teniendo en cuenta que "la magnitud de la situación no tiene precedentes". Y concluyó comentando que, "pese al humo negro, todo funcionó según lo previsto".
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