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En la última semana, dos incendios químicos en instalaciones industriales han generado nubes tóxicas, poniendo en peligro la salud pública y la seguridad de miles de personas. Ambos sucesos han vuelto a poner de relieve la necesidad de reforzar la prevención y los protocolos de actuación ante este tipo de emergencias.
El incidente más reciente ha tenido lugar en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, donde un incendio en una planta de productos químicos ha obligado a activar un dispositivo de emergencia para proteger a la población cercana. Este episodio se suma al registrado el pasado 9 de mayo en Vilanova i la Geltrú, donde un grave incendio en una fábrica de productos químicos para piscinas, que almacenaba 70 toneladas de pastillas de cloro, obligó al confinamiento de más de 150.000 personas en varios municipios de Barcelona y Tarragona. La densa nube tóxica generado fue visible a kilómetros de distancia, y las autoridades recomendaron a la población que permaneciera en sus viviendas durante horas mientras se controlaba el fuego.
Las nubes tóxicas derivadas de los productos químicos en llamas, o en contacto con el agua empleada en las labores de extinción, como ocurrió en caso de Vilanova i la Geltrú, representan una amenaza directa para la salud respiratoria. La liberación de gases como cloro, ácido clorhídrico o monóxido de carbono puede provocar desde irritaciones leves hasta efectos graves en personas vulnerables o expuestas durante un tiempo prolongado.
La Asociación de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego) advierte sobre la necesidad de redoblar los esfuerzos en prevención y capacitación para afrontar este tipo de emergencias. “Los incendios industriales que involucran materiales tóxicos son una amenaza real para las comunidades cercanas. La correcta identificación de riesgos y la implementación de sistemas de protección adecuados son esenciales para evitar tragedias", asegura Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego.
Tecnifuego insiste en que la intervención en estos escenarios debe estar a cargo de equipos especializados en riesgos químicos, dotados de la protección y formación necesarias. Asimismo, recuerda que las empresas que operan con productos peligrosos deben contar con protocolos rigurosos de seguridad y con sistemas de detección y extinción eficaces, que permitan actuar con rapidez desde el primer momento.
Tecnifuego subraya que la prevención es el principal escudo frente a las emergencias industriales. Para ello, resulta imprescindible la capacitación continua del personal, la implementación de protocolos adaptados a cada tipo de instalación y la inversión en tecnologías de detección temprana.
Los incendios industriales no solo afectan a las infraestructuras donde se originan; sus consecuencias pueden extenderse mucho más allá, como se ha puesto de manifiesto con los recientes sucesos en Cataluña y Andalucía. “La rapidez con la que se pueda controlar un incendio puede marcar la diferencia entre una tragedia y una situación controlada”, agrega Tortosa.
Tecnifuego pone a sus expertos a disposición de los medios para profundizar sobre los riesgos de los incendios industriales, los protocolos de prevención y cómo las empresas pueden proteger tanto sus instalaciones como a las comunidades cercanas.
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