6 de junio, 2025 XML
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La Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego) celebró el pasado 27 de mayo en Málaga una nueva edición de su ciclo de jornadas técnicas del ‘Día del Fuego’, centrada en la relación entre la protección contra incendios y la sostenibilidad como eje principal de debate.

La Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Málaga acogió esta jornada, en la que destacados profesionales de la prevención, la ingeniería y los servicios de emergencia compartieron enfoques y experiencias para afrontar los nuevos retos que plantea la protección contra incendios en un contexto marcado por la transición energética, la electrificación, las nuevas tecnologías y la verticalización urbana.

El evento fue inaugurado por Adrián Gómez, presidente de Tecnifuego, quien señaló que con esta jornada “queremos reflejar la evolución de la sociedad y la evolución de los riesgos”, en alusión a cómo los criterios de sostenibilidad que permiten un necesario ahorro energético pueden, en ocasiones, entrar en conflicto con la adecuada protección contra incendios.

Gómez destacó el incremento sustancial de incendios rápidos y virulentos en los últimos años, consecuencia de cambios sociales como el uso masivo de baterías, la utilización de materiales de construcción que no contemplan criterios de seguridad frente al fuego o el abandono de los entornos forestales. “Al año hay aproximadamente 1.200 siniestros, pero no hay una campaña similar a la que existe, por ejemplo, en la seguridad vial”, lamentó el presidente de Tecnifuego, quien añadió que, ante esta situación, se pueden adoptar medidas de bajo coste económico, como la instalación de detectores de incendio en las viviendas. Asimismo, abogó por que los edificios “tengan unas vías de evacuación dotadas de todos los medios para asegurar su eficacia”.

Joaquín Ortega, director de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Málaga, subrayó la importancia de que estas jornadas sirvan “de aprendizaje y, sobre todo, para fortalecer los lazos entre los distintos actores presentes, desde la industria y la ingeniería a los servicios de emergencias y la sociedad”.

El programa del ‘Día del Fuego’ en Málaga se estructuró en torno a tres mesas temáticas, centradas en los principales riesgos emergentes asociados a la nueva era de la sostenibilidad.

Fotovoltaica y fuego, un binomio a vigilar

La primera mesa abordó el incremento de instalaciones fotovoltaicas y los riesgos que estas suponen para la protección contra incendios. Participaron expertos como Carlos Chicharro, director del Área de Protección Activa de Tecnifuego; María José Luque, ingeniera de prevención en Allianz; Luis Rodríguez-Passolas, del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Málaga; y Antonio Ávila, del cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Málaga.

Si bien la generación de energía fotovoltaica representa un avance clave en la transición energética, también plantea desafíos en materia de seguridad contra incendios, especialmente en entornos industriales no diseñados originalmente para integrar estos sistemas. Los especialistas insistieron en la importancia de realizar una instalación profesional, utilizar materiales adecuados, establecer medidas preventivas, mantener inspecciones periódicas y aplicar tecnologías avanzadas para la detección y el control de incendios. También se debatió sobre el nuevo RSCIEI, RD 164/2025, cuyo Anexo IV Capítulo 6 aborda las “Instalaciones situadas sobre cubiertas de edificios”.

Carlos Chicharro enfatizó la necesidad de supervisar las señales de detección y alarma mediante una central receptora operativa las 24 horas. “Si transmitimos esa señal de emergencia, evitaremos un mal mayor”, señaló, al tiempo que recordó la importancia de informarse bien de los riesgos antes de realizar una instalación de este tipo.

En este mismo sentido, María José Luque defendió la necesidad de evaluar los riesgos antes de autorizar instalaciones masivas y reclamó una normativa más clara. Desde el ámbito asegurador, explicó que se “puede tener una evaluación del riesgo y, si la instalación está bien, no hay penalización, pero cada vez tendemos más a que la póliza tenga una franquicia para incendios en este tipo de instalaciones”.

Desde el punto de vista de la ingeniería, Luis Rodríguez-Passolas, señaló que “nuestra normativa es demasiado prestacional y en el tema de la seguridad deberíamos ser más claros y prescriptivos”. Asimismo, recordando también que los reglamentos establecen mínimos, pero no dicen mucho del mantenimiento, algo esencial en este tipo de instalaciones.

Por su parte, Antonio Ávila recalcó la necesidad de facilitar la labor de los bomberos mediante el diseño de accesos adecuados a las infraestructuras y la disponibilidad de información precisa. “Cuando se empieza un proyecto es necesario que pensemos en todas estas cosas y, para eso, hay que hablar con los bomberos”, recalcó. Ávila insistió, además, en la importancia de que la administración exija el mantenimiento de estas instalaciones y promueva instrucciones técnicas para que las mejoras en un proyecto contemplen una evaluación de riesgos.

El desafío de las baterías de litio

La segunda mesa se centró en las baterías de ion-litio, uno de los desafíos actuales más relevantes en la prevención de incendios por su riesgo de autoignición y las dificultades de extinción que presentan. Participaron Jon Michelena, director general de Cepreven; Josep Lluís García, director técnico de Zurich Seguros; Lluis Marín y Luis Sánchez, coordinadores de los comités sectoriales de equipos de detección y extinción de Tecnifuego; y Antonio Ávila, aportando la perspectiva de los bomberos malagueños.

El uso creciente de baterías de ion-litio en hogares, industrias y vehículos ha introducido nuevos retos para la protección contra incendios, tanto por su virulencia como por la dificultad para controlarlos. Los expertos destacaron la necesidad de adoptar tecnologías de protección activa (rociadores, mantas, etc.) y pasiva (sectorización, ventilación, ignifugación), especialmente en zonas de recarga de vehículos eléctricos. También se presentaron los últimos avances en métodos de extinción y detección temprana.

Jon Michelena advirtió que “los vehículos con baterías son los que presentan más problemas en cuanto al riesgo de incendios” y recordó que “el mayor riesgo de incendio se da durante la carga”. Añadió que, si bien existen sistemas para controlar estos incendios, no hay métodos efectivos de extinción, por lo que es clave la contención y la protección pasiva.

Lluis Marín planteó la necesidad de un marco regulador específico para estas baterías y la obligatoriedad de instalar detectores de humo en las viviendas. Subrayó también la necesidad de una concienciación ciudadana y la implicación del sector y de la Administración ante estos nuevos riesgos. “Sin un mayor nivel de concienciación, no vamos a llegar a ningún sitio”, concluyó.

Bajo la visión de los bomberos, Antonio Ávila insistió en que “hay una falta de información total de los riesgos de las baterías de litio”. “No tenemos una formación específica ni los medios para enfrentar este tipo de incendios”, reconoció, recordando también la importancia de mejorar la cultura de la prevención que tenemos en nuestro país.

Desde el ámbito industrial, Josep Lluís García defendió la adecuada ubicación de las baterías y sus cargadores, y remarcó la importancia de la detección y la compartimentación como factores clave para controlar un incendio de este tipo.

Luis Sánchez abordó los trabajos en curso para desarrollar productos certificados que permitan controlar estos incendios y coincidió en la necesidad de campañas de concienciación sobre los riesgos de dispositivos de uso cotidiano, como los patinetes eléctricos.

Edificios de riesgo

La última mesa analizó la situación de los edificios en altura y de alto riesgo, como hospitales o residencias de mayores, contando con la intervención de especialistas en protección pasiva, como Albert Grau, y de sistemas de evacuación de humos, como Santos Bendicho; junto a Germán Pérez, del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Málaga, y a Gonzalo Martín, del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga.

El debate giró en torno a si el cumplimiento normativo actual es suficiente para garantizar la máxima protección contra incendios en este tipo de construcciones. Se señaló que la normativa española debería avanzar más en la prevención de la propagación de incendios por las fachadas, así como en la protección activa contra el humo en escaleras y en los sistemas de alarma y evacuación.

Albert Grau lamentó el desarrollo desigual de la normativa de seguridad frente a incendios en la UE y señaló que España se encuentra en una posición retrasada. Instó a perseguir la máxima protección posible, teniendo en cuenta no solo la altura del edificio, sino también su uso. “Aunque no existe el riesgo cero, se debe perseguir con las soluciones de protección adecuadas que, en el caso de este tipo de edificios, deben tener en cuenta no solo la altura, sino también su uso”.

Germán Pérez alertó de que “no hay ninguna normativa en España que diga que tienes que poner detectores en edificios de gran altura” y denunció la falta de una definición clara sobre qué se considera un edificio de este tipo. También abogó por la instalación de paneles de control que faciliten la labor de los bomberos.

Como técnicos no debemos olvidar que nuestra responsabilidad va ligada a ese edificio”, recordó Gonzalo Martín desde la perspectiva de los arquitectos, además de proponer que la Inspección Técnica de Edificaciones pueda incluir la revisión de los sistemas de protección contra incendios.

Por último, Santos Bendicho, coordinador del Comité Sectorial de Fabricantes e Instaladores de Sistemas de Control de Temperatura y Evacuación de Humos de Tecnifuego, reconoció que "empieza a haber una dinámica en Europa de exigir sistemas contra incendios más robustos", y quiso insistir en la letalidad del humo en este tipo de incendios, reflexionando sobre la necesidad de evaluar la toxicidad de los elementos que se incluyen en un edificio.

El cierre de la jornada corrió a cargo de Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego, quien quiso destacar que, "pese a que se va avanzando en cuanto a normativa, aún queda camino por recorrer." Recalcó la necesidad de facilitar el trabajo de los bomberos con instalaciones de protección contra incendios profesionales y fiables, incluyendo elementos como los paneles de control unificados.

El evento contó con una notable asistencia de público interesado en los desafíos que plantea la sostenibilidad en relación con la protección contra incendios. Organizada por Tecnifuego y Cepreven, en la jornada colaboraron la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Málaga, el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Málaga y el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Oriental-Málaga, mientras que el patrocinio del acto corrió a cargo de Pefipresa, Viking, Pacisa, Honeywell, Fire Piping, Detnov, Sodeca, Sicur, Dinak, LDA, Ebara, UNE y AENOR.

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