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Molins sigue avanza en sus objetivos de descarbonización para la producción y reducción de emisiones contaminantes.
La compañía catalana ha conseguido la licencia correspondiente concedida por la Generalitat de Cataluña para poner en marcha una instalación auxiliar para la generación y consumo de hidrógeno en su planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), la más grande de la compañía en toda España y donde tiene su cuartel general.
En concreto, la cementera proyecta la instalación de un módulo de producción de hidrógeno a partir de la electrólisis de agua, procedente de captaciones subterráneas disponibles.
Esto implica un proceso electroquímico donde la electricidad divide el agua en hidrógeno y oxígeno. Para la electrólisis, se requiere electricidad, que puede provenir de fuentes renovables como la solar, y el agua, que en este caso se obtiene de fuentes subterráneas. El propio módulo incluye un tratamiento por ósmosis para purificar el agua antes del proceso.
El hidrógeno generado se utilizará directamente como combustible en el horno de clínker, sin almacenamiento intermedio. El objetivo es sustituir una parte del coque de petróleo por hidrógeno, diversificando los combustibles disponibles en planta y reduciendo las emisiones de CO2.
Molins estima un consumo de aproximadamente 305 toneladas de hidrógeno al año y una reducción de emisiones de CO2 de 3.600 toneladas por ejercicio. Desde la empresa explican que este proyecto se alinea con los objetivos marcados en su Sustainability Roadmap 2030, una hoja de ruta que llevará a la compañía a recortar sus emisiones un 20% en 2030 respecto 2020.
La cementera catalana destaca así que este compromiso supondrá una aceleración en los planes ´verdes´ que la empresa lleva acometiendo desde 1990 y pone el foco en el objetivo estratégico de suministrar hormigón neutro en emisiones de carbono en 2050. En esta línea, el grupo cementero y Enagás, el operador gasista español, anunciaron en febrero un una alianza para el impulso de un proyecto de descarbonización industrial que permitiría transportar un millón de toneladas de CO2 al año desde la planta de Sant Vicenç dels Horts.
La solución, bajo el nombre de Mosusol NetCO2, ha sido presentada al programa de financiación europeo Innovation Funds. Ambas firmas calculan que la inversión total estimada se situará en los 590 millones de euros.
Según la información que proporcionaron el día de la presentación del proyecto, al fomentar un ecosistema sinérgico que conecta captura, transporte, uso y almacenamiento de carbono, Mosusol NetCO2 no solo aborda las emisiones industriales de Cataluña —que se sitúan en aproximadamente cinco millones de toneladas anuales—, sino que también ofrece un modelo escalable y replicable para alcanzar la neutralidad de carbono, permitiendo el desarrollo de un hub de captura, transporte, almacenamiento y uso del carbono (CCUS) tanto en la comunidad autónoma como en toda la región mediterránea.
Cabe destacar que Molins celebra durante este año el tercer aniversario de su planta de Materias Primas Alternativas (MPA). A finales de 2024, la planta alcanzó el hito significativo de valorizar, desde su inauguración, más de 193.000 toneladas de residuos de construcción, demolición y otros residuos industriales.
Ubicada en Pallejà (Barcelona) y operativa desde finales de 2022, es una de las dos instalaciones con mayor capacidad entre las plantas de economía circular de Molins, junto a la planta móvil ubicada en el antiguo Spotify Camp Nou. Además, opera otras siete instalaciones orientadas a la economía circular en toda España, valorizando áridos siderúrgicos, residuos de la construcción y la demolición o neumáticos fuera de uso, entre otros. Solo en 2024, valorizó más de 345.000 toneladas de residuos, lo que representa un crecimiento del 52% frente al año anterior.
El grupo que dirige Marcos Cela también se ha fijado la meta de que un 55% de su consumo de energía eléctrica proceda de fuentes renovables para el final de década. Está promoviendo así la construcción de instalaciones propias de generación de energía renovable y también cuenta con contratos de suministro ´verde´ a largo plazo, lo que en la jerga se conoce como PPA (Power Purchase Agreement en inglés). El beneficio neto de Molins se situó en 184 millones de euros en 2024, un 22% superior al año anterior.
Fuente: El Economista
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