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Bosch sigue marcando el ritmo en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial (IA): la compañía tecnológica invertirá más de 2.500 millones de euros en este ámbito hasta finales de 2027.
La IA es un impulsor clave de la innovación y el crecimiento para los productos y servicios de Bosch. Contribuye a hacer más segura la conducción automatizada, garantiza la calidad en los procesos de fabricación y facilita el día a día de las personas, tanto en el trabajo como en su tiempo libre y en el hogar.
“Los avances en inteligencia artificial permiten abrir nuevos capítulos tecnológicos, acelerar el desarrollo de innovaciones y convertirlas en negocio”, afirma Stefan Hartung, presidente del Consejo de Administración de Bosch. La compañía ha sido pionera en la adopción de la IA, combinándola con su profundo conocimiento industrial, lo que le ha proporcionado una clara ventaja competitiva. En los últimos cinco años, la compañía ha presentado más de 1.500 solicitudes de patentes en el campo de la IA, situándose como uno de los líderes en Europa.
Uno de los ámbitos donde Bosch quiere aprovechar el potencial de la IA es la conducción asistida y automatizada. Aunque este mercado aún no ha alcanzado su punto álgido, Bosch está convencida de su éxito a largo plazo. La compañía ofrece soluciones tecnológicas avanzadas en esta área y prevé duplicar sus ventas de software, tecnología de sensores, ordenadores de alto rendimiento y componentes de red para mediados de la próxima década, superando ampliamente los 10.000 millones de euros.
Bosch utiliza la IA, por ejemplo, para visualizar el entorno del vehículo y planificar rutas. Gracias a esta tecnología, se puede anticipar el comportamiento de otros usuarios de la vía y calcular los próximos pasos para llegar al destino de forma segura. Además de mejorar la seguridad, la IA permite acortar significativamente los tiempos de desarrollo de nuevos productos.
Bosch, por ejemplo, dispone de una base de datos única con información procedente de los sensores del vehículo que puede alimentar una solución de IA generativa y, así, entrenar los sistemas de forma mucho más rápida y eficiente. Esto permitirá desarrollar asistentes de conducción y funciones de conducción automatizada aún más fiables.
En el ámbito industrial, Bosch ya está dando el siguiente paso en inteligencia artificial: la IA agente, capaz de tomar decisiones y ejecutar acciones de forma autónoma. “La IA agente puede impulsar la inteligencia artificial de la misma forma que a como los smartphones impulsaron Internet”, explica Tanja Rückert, miembro del Consejo de Administración de Bosch. Esta tecnología revolucionaria permite ejecutar múltiples procesos en paralelo.
Diversos agentes de IA pueden trabajar en equipo dentro de un sistema multiagente, supervisado por personas o por un agente coordinador. Bosch ya aplica estos sistemas en sus propias plantas: monitorizan dispositivos en la fabricación, predicen necesidades de mantenimiento y optimizan la planificación de personal. “Ya hemos alcanzado el siguiente nivel. El resultado es una reducción de los tiempos de inactividad no planificados y un aumento general de la productividad”, afirma Rückert.
Y no solo las fábricas de Bosch se beneficiarán: la compañía está desarrollando una plataforma que estará disponible para terceros a partir del otoño de 2025. Permitirá crear sistemas multiagente propios con poco o ningún conocimiento de programación. El objetivo es mejorar la eficiencia en la producción, reducir costes y reaccionar con mayor agilidad a las demandas del mercado. El uso coordinado de esta tecnología puede suponer un ahorro de varios millones de euros.
La inteligencia artificial impulsa la innovación en toda la compañía, más allá de la producción industrial y de la movilidad automatizada. Por ejemplo, la cuna inteligente Bosch Revol monitoriza constantes vitales como el ritmo cardíaco y respiratorio de un bebé. En las bicicletas eléctricas, la función Range Control ayuda a reducir la ansiedad por la autonomía. En la cocina, la IA se convierte en chef: el horno Bosch Serie 8 reconoce unos 80 platos diferentes y ajusta automáticamente el método y la temperatura de cocción óptimos. Incluso en el bricolaje, la IA es útil: un escáner de pared detecta cables eléctricos, vigas metálicas y espacios vacíos.
Bosch también se asegura de formar a su personal en esta revolución tecnológica: a través de su propia AI Academy, ha capacitado a más de 65.000 empleados desde 2019. Actualmente, cerca de 5.000 especialistas trabajan en soluciones inteligentes basadas en IA. Estas competencias no solo son esenciales dentro de la compañía.
“Cada vez está más claro: una sociedad que no desarrolle capacidades en IA quedará rezagada en la competencia global”, advierte Hartung. Según el Bosch Tech Compass, cuatro de cada cinco personas a nivel mundial tienen intención de formarse en IA, y alrededor de dos tercios apoyan que se imparta como asignatura en la escuela. En España, un 66% cree que la IA será la tecnología dominante de la próxima década. Bosch ya está preparada para afrontar esta nueva era.
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