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En un movimiento pionero, Hitachi Energy ha desplegado su primer generador de hidrógeno HyFlex en una zona de construcción en Róterdam (Países Bajos).
La instalación sustituye a un generador diésel de 500 kVA, lo que permite operar maquinaria pesada sin emitir dióxido de carbono ni depender de una conexión a la red eléctrica.
Este tipo de avances aborda un problema real: muchos proyectos de infraestructura carecen de acceso estable a la red eléctrica durante su fase inicial. Esto obliga a usar generadores diésel, altamente contaminantes y ruidosos. Con HyFlex, eso cambia radicalmente.
El generador, basado en tecnología de pila de combustible, permite una operación continua y silenciosa. Por cada megavatio-hora (MWh) generado se necesitan aproximadamente 70 kg de hidrógeno, lo que evita la quema de más de 265 litros de diésel y, con ello, la emisión de más de 700 kg de CO₂.
En conjunto, el uso anual de HyFlex en este proyecto evitará la combustión de más de 750.000 litros de diésel y reducirá las emisiones en casi 2.900 toneladas de CO₂, una cifra significativa en un sector que tradicionalmente ha tenido dificultades para descarbonizarse.
El generador HyFlex no funciona en solitario. Forma parte de un ecosistema completamente eléctrico que Hitachi Energy ha creado en colaboración con Dura Vermeer y Air Products. En el centro del sistema se encuentra la excavadora eléctrica Hitachi ZE135, de 15 toneladas, con una batería de 298 kWh y un motor de 160 kW, capaz de operar durante unas seis horas sin interrupciones.
Este tipo de maquinaria pesada sin emisiones está pensada para trabajar en entornos urbanos sensibles, como hospitales, centros de datos o puertos, donde el ruido y la contaminación son especialmente problemáticos. La operación silenciosa de estos equipos permite avanzar en la obra sin generar molestias a los vecinos ni comprometer la calidad del aire.
Además, al evitar la combustión interna, se reducen también otros contaminantes peligrosos como óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas finas (PM10 y PM2,5), con beneficios directos para la salud pública.
Este proyecto en Róterdam no es un ejercicio teórico. Es un piloto operativo con implicaciones reales. Air Products suministra el hidrógeno, garantizando su disponibilidad en sitio, mientras que Dura Vermeer pone a prueba el sistema en condiciones reales de trabajo. La alianza demuestra que la transición energética en la construcción no solo es viable, sino técnicamente y económicamente factible si se combinan innovación, voluntad y colaboración.
Desde una perspectiva regulatoria, esta iniciativa se alinea con las políticas de la Unión Europea que buscan reducir en un 55 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, dentro del marco legislativo del Pacto Verde Europeo. Países Bajos, además, está liderando con incentivos fiscales para equipos sin emisiones en construcción, lo que acelera la adopción de tecnologías como HyFlex.
Tecnologías como el generador HyFlex no solo representan una solución puntual, sino un cambio estructural en cómo se entiende la energía en el sector de la construcción. Su implementación a gran escala podría:
En conjunto, estas soluciones avanzan hacia un modelo donde la infraestructura se construye sin comprometer la salud del planeta ni la calidad de vida de las personas. El futuro sostenible no solo se diseña: también se construye, y puede hacerse sin humo ni ruido.
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