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La compañía de Zamudio conmemora siete décadas y media de trayectoria destacando su evolución industrial, su arraigo en Bizkaia y su preparación para afrontar los retos tecnológicos, de sostenibilidad y diversificación de los próximos años.
Flexix, especializada en el diseño, desarrollo y fabricación de piezas de caucho de alto contenido tecnológico, ha celebrado su 75 aniversario consolidada como una de las compañías industriales de referencia en Bizkaia y con una clara orientación hacia los desafíos que marcarán el futuro del sector, entre ellos el vehículo eléctrico y las nuevas soluciones de movilidad.
Su director general, Alain Zaldo, ha repasado una trayectoria marcada por la adaptación constante, la innovación tecnológica y una estrategia industrial que ha permitido a la compañía garantizar su continuidad y crecimiento dentro del grupo alemán Wilhelm Kächele GmbH, sin perder su identidad ni su arraigo en Euskadi.
Flexix nació hace 75 años como fruto de la colaboración entre varias familias de Bilbao. Desde entonces, su actividad ha evolucionado de forma paralela a los cambios del tejido industrial, fabricando componentes para sectores como la construcción o la línea blanca en sus primeras etapas, y orientándose progresivamente hacia ámbitos de mayor exigencia tecnológica como la automoción y el sector ferroviario. En la actualidad, la empresa se encuentra inmersa en un proceso de diversificación hacia nuevos sectores estratégicos.
A lo largo de estas décadas, Flexix ha alcanzado hitos clave que explican su consolidación. Entre ellos destacan la entrada del grupo Kaechele en su accionariado en 1958; la obtención, en 1996, de la certificación ISO, convirtiéndose en la primera empresa de caucho en España en lograrla; la construcción de una nueva planta moderna en 2003; la introducción del primer robot en 2005; la certificación ISO 14.000 en 2016; y, finalmente, la adquisición del 100% del accionariado por Wilhelm Kächele GmbH en 2021.
Zaldo señala como punto de inflexión la decisión estratégica de transformar la compañía: “en no solo una empresa de fabricación, sino una ingeniería de materiales, productos y procesos con el complemento de la producción”. En este sentido, subraya que Euskadi ofrecía el “entorno idóneo” para desarrollar este modelo, gracias al peso del sector de la automoción y a un ecosistema industrial, tecnológico y de conocimiento altamente especializado.
Hoy, Flexix no solo fabrica piezas de caucho, sino que desarrolla íntegramente las soluciones que demandan sus clientes, desde el diseño de la pieza hasta el diseño del material, aplicando tecnologías de inyección, extrusión o compresión, con o sin inserto.
Uno de los principales factores de diferenciación de la compañía reside en su capacidad interna para diseñar y construir procesos productivos automatizados. “El diseño de estos procesos, su construcción, programación y puesta a punto se realiza con personal de Flexix. De esa manera, el know-how siempre se queda en casa”, explica Zaldo.
La planta de Zamudio ha incorporado innovaciones en procesos productivos, diseño avanzado, fabricación mediante impresión 3D y desarrollo de nuevos materiales, consolidando un modelo de ingeniería integral. “Es lo que nos diferencia del resto. Somos capaces de ser el partner que nuestro cliente necesita, dando apoyo y soluciones a sus necesidades”, añade el director general.
En la actualidad, FLEXIX cuenta con algo menos de 100 personas en plantilla. La introducción de la robotización a partir de 2005 eliminó esfuerzos repetitivos a los trabajadores, consiguiendo procesos más estables, de mayor calidad y más robustos. Cambió el tipo de trabajo; de esfuerzo físico a inspección de procesos. A pesar de estos cambios, la empresa mantiene un elevado grado de estabilidad laboral. La antigüedad media supera los 20 años y la rotación es prácticamente inexistente, más allá de los procesos de jubilación.
La cultura corporativa de Flexix se define, según Zaldo, por un valor central: la innovación. Para atraer y retener talento en un sector altamente especializado, la empresa apuesta por un modelo centrado en las personas. “Ponemos a la persona en el centro. Al final son las personas las que son capaces de hacer y deshacer”, afirma.
Pese a su ubicación junto al Parque Tecnológico, FLEXIX continúa siendo la empresa que más empleo ha generado y sigue generando en Zamudio, con un impacto económico que se extiende a proveedores locales, transporte, suministro de materiales y servicios industriales.
Dentro del grupo Wilhelm Kächele GmbH, FLEXIX desempeña un papel complementario, aportando capacidades técnicas propias. “Somos un complemento perfecto dentro del grupo. Nunca una competencia. Nuestros técnicos complementan el know-how de Kaechele”, señala Zaldo. La proximidad a universidades y a profesionales jóvenes cualificados, junto con un relevo generacional bien gestionado, refuerza el peso estratégico de la planta de Zamudio dentro del grupo.
En los últimos años, FLEXIX ha intensificado su modernización mediante inversiones estratégicas en materiales, productos y procesos, los tres pilares que sustentan su innovación. Estas inversiones han permitido reforzar el desarrollo de nuevas mezclas, incorporar tecnologías como la impresión 3D y herramientas de simulación para ingeniería y eco-ingeniería, y avanzar hacia procesos productivos cada vez más automatizados mediante robots, sistemas de visión artificial, software industrial y centros de mecanizado de última generación.
La compañía colabora además con centros tecnológicos en el desarrollo de nuevos materiales y procesos, al tiempo que avanza en un proceso de digitalización integral, sostenibilidad y reducción de la huella de carbono. “Estamos inmersos en un proceso de digitalización completa de Flexix. Seguimos trabajando en proyectos de sostenibilidad, huella de carbono y automatizando al máximo todos los procesos para hacer un proceso más robusto”, explica Zaldo.
Los planes estratégicos de FLEXIX en Euskadi pasan por consolidarse como referencia en la fabricación de piezas de caucho con alto valor tecnológico, ampliando su presencia en aquellos sectores donde la ingeniería de materiales y procesos sea determinante. En este contexto, el director general identifica nuevas oportunidades vinculadas a la transformación de la movilidad. “Más que retos, oportunidades. El coche eléctrico o por pila de hidrógeno es una realidad y hay que ver en qué podemos colaborar”, afirma.
La celebración del 75 aniversario incluyó una comida con la plantilla y una jornada de puertas abiertas para personas trabajadoras actuales, jubiladas y sus familias. “Un día muy bonito en el que se reencontraron muchas personas jubiladas… y fue bonito poder acercar una industria como la nuestra a las familias”, recuerda Zaldo.
La dirección quiso reunir a extrabajadores, familias y autoridades como reconocimiento al esfuerzo colectivo que ha hecho posible este recorrido. “Estamos muy orgullosos de nuestra empresa y de las personas que con su esfuerzo han hecho posible que lleguemos hasta aquí”, subraya.
Para Zaldo, el aniversario simboliza un logro que trasciende el tiempo, “el de haber llegado a un hito que no todas las empresas logran”. Además, ha agradecido que, gracias al esfuerzo de todos, “somos lo que somos 75 años después”.
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