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El caucho es un material esencial en múltiples sectores industriales por su elasticidad, resistencia y durabilidad. Sin embargo, estas mismas propiedades dificultan su reciclaje, especialmente en el caso del caucho no neumático.
En España, se generan más de 10.000 toneladas anuales de este tipo de residuo, que en su mayoría termina en vertederos o se incinera, con el consiguiente impacto ambiental. Además, el caucho virgen está incluido en la lista de Materias Primas Críticas de la Unión Europea, lo que subraya la necesidad urgente de encontrar alternativas sostenibles que reduzcan la dependencia de recursos externos.
En este contexto nace RESSCATE (Reutilización eficiente de subproductos de caucho con tecnologías avanzadas de desvulcanización), un proyecto desarrollado íntegramente en la Comunidad Valenciana con el objetivo de convertir un residuo complejo en un recurso circular de alto valor añadido. El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), el Instituto de Tecnología Química (ITQ-CSIC) y la empresa Tecnocaucho Rolls & Covers colaboran en esta investigación que trabaja en dos tecnologías complementarias.
Por un lado, la mecanoquímica, que utiliza energía mecánica para romper los enlaces de azufre sin necesidad de disolventes ni temperaturas extremas, lo que permite un proceso más limpio y eficiente. Por otro, la hidrogenación catalítica, que emplea catalizadores metálicos para actuar de forma selectiva sobre las uniones químicas responsables de la reticulación del caucho, recuperando un material flexible y procesable.
El resultado es un caucho desvulcanizado que puede revulcanizarse y reincorporarse en nuevas formulaciones para aplicaciones industriales exigentes, como los recubrimientos de rodillos. Esta transformación no solo permite reducir la cantidad de residuos enviados a vertedero o incineradora, sino que también disminuye las emisiones de CO₂ y alivia la presión sobre el caucho virgen.
Desde el punto de vista económico, convierte un coste de gestión en una oportunidad de ahorro y abre nuevas líneas de negocio basadas en materiales reciclados de alto valor. A nivel industrial, demuestra que tecnologías que hasta ahora permanecían en fase experimental pueden escalarse a entornos reales de producción, ofreciendo soluciones viables y competitivas.
“La clave está en combinar conocimiento científico con aplicación industrial real. Gracias a la colaboración con AIMPLAS y el CSIC, estamos logrando resultados que pueden tener un impacto tangible en la sostenibilidad del sector”, ha afirmado David Albalate, de Tecnocaucho Rolls & Covers, que coordina esta investigación.
Por su parte el investigador en Mecanoquímica y Extrusión Reactiva en AIMPLAS, Giacomo Marra ha explicado que “RESSCATE demuestra que es posible dar una segunda vida al caucho industrial con tecnologías limpias y eficientes. Estamos transformando un residuo problemático en una solución competitiva para la industria”.
En opinión de Pascual Oña de ITQ-CSIC “el proyecto constituye un ejemplo de colaboración público-privada que conecta ciencia, innovación y empresa para abordar un reto global desde un ecosistema local”.
RESSCATE cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i), a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación en su convocatoria de 2024, y los fondos FEDER.
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