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La industria papelera presenta una gran dependencia del papel reciclado. Las fibras recicladas reducen las propiedades mecánicas y de impresión del papel. La celulosa nanofibrilada, por sus propiedades y su capacidad de formar puentes de hidrógeno, presenta un elevado potencial para la fabricación de productos papeleros con mejores propiedades.
Celulosa nanofibrilada y su papel en la industria papelera
De acuerdo con los últimos datos de Aspapel, el sector papelero español se encuentra nuevamente en crecimiento después de sufrir una importante crisis económica que condujo al cierre de más de 30 plantas. El sector cuenta con 67 fábricas para producir seis millones de toneladas de una gran variedad de productos papeleros (cajas, bolsas, libros, periódicos, revistas, folletos, papeles especiales, etc.) a partir de fibra virgen y de fibras recicladas. En la actualidad, la cadena del papel supone el 3% del PIB español.
La industria papelera es un buen ejemplo de sostenibilidad, bioeconomía y economía circular. Desde hace muchos años el objetivo es la producción sostenible de papel, haciendo más con menos y aumentando la eficiencia a lo largo de todo el proceso de fabricación. De este modo, la estrategia de producción en la última década se ha centrado en la optimización del uso de las materias primas, la eficiencia en el uso de agua y energía, y en la óptima gestión de los residuos de proceso. Una vez alcanzados estos objetivos, la nueva estrategia es la mejora de la calidad de los productos papeleros mediante la implementación de procesos innovadores que permitan reducir los costes de producción y aumentar el valor añadido de sus productos.
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