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Se indica la existencia de múltiples definiciones de suelo según su uso y los intereses que se generan, describiéndose sucintamente sus características y propiedades, las cuales se intentan aglutinar en índices de calidad del suelo. Se repasan las causas y consecuencias de la degradación edáfica, ya sea natural o antrópica, recalcando la necesidad de su rehabilitación y las dificultades para restablecer sus numerosos servicios. También se subraya la importancia del suelo desde el punto de vista medioambiental, la realidad de su contaminación y las dificultades que presenta su recuperación en función de la naturaleza del contaminante, analizándose las causas y consecuencias. Finalmente, se revela la coyuntura que presentan los suelos en medios con fuertes impactos antrópicos.
Suelos y ambiente
¿Qué es el suelo? Definiciones
Se define el suelo como la capa superficial no rocosa de cubre la corteza terrestre, siendo un cuerpo natural, dinámico y complejo. Caben múltiples definiciones, según el interés particular del observador [1]. Por ejemplo, hay acepciones negativas (el suelo no es roca dura que sirva de apoyo o sujeción, luego no sirve de fundamento para grandes construcciones); otras acepciones son ecológicas (el suelo forma parte indisoluble de los ecosistemas, siendo un subsistema indispensable de los mismos); el suelo alberga la máxima biodiversidad terrestre; el suelo es el lugar donde se producen constantes transferencias de energía, agua y nutrientes entre el sustrato inorgánico y la biomasa microbiana o vegetal; el suelo es el sitio donde se producen más rápidamente los reciclajes de elementos, en especial aquellos que forman parte indispensable de los seres vivos, etc.
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