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Tras la erupción del volcán Cumbre Vieja de La Palma en 2021, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha fortalecido su sistema de monitoreo de la actividad volcánica de la isla con una nueva herramienta para la detección de gases.
La cámara OGI FLIR G343, suministrada por Apliter Termografía, permite identificar emisiones en tiempo real con alta precisión, mejorando la capacidad de evaluación de riesgos en zonas afectadas por la actividad volcánica.
La actividad volcánica en La Palma ha dejado una situación compleja en materia de vigilancia y seguridad ambiental. A pesar de que la fase eruptiva del volcán Cumbre Vieja concluyó a finales del 2021, la emisión de gases como el CO₂, sigue representando un desafío. Al ser un gas incoloro e inodoro, este puede acumularse en zonas de difícil acceso, generando riesgos tanto para la población como para los equipos de investigación que trabajan en la isla.
La acumulación de CO₂ en zonas bajas o mal ventiladas desplaza el oxígeno del aire, lo que puede provocar mareos, dificultad para respirar, desorientación e incluso pérdida del conocimiento. En entornos volcánicos, donde el gas se concentra en depresiones del terreno o espacios cerrados, el riesgo es aún mayor.
En La Palma, la falta de sensores en tiempo real dificultaba la detección de estas zonas peligrosas, aumentando el riesgo de exposición accidental. Para mejorar la vigilancia y el control de estas emisiones, el IGN necesitaba una solución que ofreciera datos precisos de manera inmediata y permitiera actuar con rapidez, como una cámara termográfica OGI.
Para abordar este desafío, Apliter Termografía suministró la FLIR G343, un dispositivo especializado en la detección de gases mediante Imagen Óptica de Gas (OGI). A diferencia de los métodos tradicionales, que requieren la recolección de muestras y análisis en laboratorio, esta cámara termográfica permite detectar gases directamente en el terreno, proporcionando datos en tiempo real que optimizan el monitoreo y reducen la exposición a zonas de riesgo.
La subdirectora general de Vigilancia, Alerta y Estudios Geofísicos del Observatorio Geofísico Nacional, Carmen López, destacó la importancia de esta nueva herramienta afirmando que “ningún observatorio vulcanológico cuenta conuna herramienta de vigilancia volcánica tan potente como esta cámara”.
El director comercial de Apliter Termografía viajó personalmente a La Palma para hacer entrega de la FLIR G343 y demostrar su funcionamiento. Durante las pruebas de campo, los investigadores del IGN comprobaron de primera mano la capacidad del equipo para identificar zonas con acumulación de CO₂, optimizando su operativa diaria y mejorando la seguridad en el monitoreo post-eruptivo.
Gracias a la incorporación de la FLIR G343 en su equipo, el IGN ha logrado optimizar su capacidad de respuesta ante la actividad post-eruptiva en La Palma. La cámara termográfica de detección de gases no solo ha reforzado la seguridad de los investigadores, sino que también ha facilitado la toma de decisiones en tiempo real y la recopilación de datos esenciales para estudios científicos sobre la evolución del fenómeno y sus implicaciones a largo plazo.
Este caso de éxito demuestra cómo la combinación de tecnología avanzada y conocimiento especializado puede marcar una gran diferencia en la gestión de riesgos naturales. La colaboración de Apliter Termografía y FLIR reafirma el compromiso con la seguridad, la investigación y el desarrollo de soluciones innovadoras para entornos de alto riesgo.
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