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El Grupo Griñó ha finalizado el proceso de optimización tecnológica de su Planta de Selección de Envases Ligeros de Montoliu de Lleida, consiguiendo aumentar la capacidad de tratamiento un 25%, de 12.000 a 15.000 toneladas anuales e incrementando en un 10% la recuperación de materiales.
Siguiendo el compromiso del grupo con la sostenibilidad y la economía circular, esta actualización ha mejorado de manera sustancial tanto el rendimiento del proceso como la calidad de los materiales recuperados. El proceso de optimización ha supuesto una inversión de 1,5 millones de euros.
Desde su puesta en marcha en el año 2003, Grupo Griñó gestiona la Planta de Selección de Envases Ligeros de Montoliu de Lleida, dedicada a la recuperación y clasificación de los materiales recogidos en el contenedor amarillo a través del sistema de recogida selectiva municipal. En la planta, se procesan y separan materiales como el PET, PEAD, film, brik, aluminio, férricos y plástico mezclado. Una vez clasificados, estos materiales son embalados y preparados para su traslado a los centros de reciclaje, para que puedan ser reincorporados a los ciclos productivos como materias primas.
Es por este motivo que el proceso de mejora de la planta refuerza el compromiso de Grupo Griño con la sostenibilidad y la economía circular, mejorando la eficiencia en la recuperación de materiales y alcanzando estándares de calidad equiparables a los mejores referentes europeos.
Esta actuación se enmarca dentro de la estrategia global de innovación del grupo que tiene como objetivo incorporar la última tecnología disponible para la optimización continua de los procesos, mejorando la eficiencia en la recuperación de materiales y alcanzando estándares de calidad equiparables a los mejores referentes europeos.
Este avance además de mejorar la cantidad del producto recuperado, también permite una detección más precisa de los materiales, incrementando la cantidad que se recicla y reduciendo la cantidad de rechazo. La implementación de esta nueva tecnología también ha permitido optimizar los costes energéticos y operativos, mejorando la sostenibilidad de la planta y reduciendo su huella de carbono en más de 3.250 toneladas de CO2 al año.
Las mejoras implementadas se han orientado a incorporar equipos de selección con las últimas mejoras tecnológicas, así como los elementos necesarios para alcanzar un rendimiento superior de los procesos automáticos de identificación y recuperación de los diferentes materiales.
Por su parte, David Fernández, director general de Griñó Ecològic, señala que la actualización incluye una renovación de los sistemas de control y automatización, mejorando así la eficiencia de la planta y reduciendo la necesidad de intervención manual: "Este avance tecnológico permite una monitorización más precisa del proceso de selección, garantizando en todo momento la máxima recuperación y adaptándose a las variaciones en la naturaleza de los residuos que se tratan".
Con la reciente transformación y la incorporación de tecnología de vanguardia, se garantiza la máxima eficiencia y el cumplimiento de los objetivos de reciclaje del grupo. En este contexto, la planta de Montoliu se consolida como un ejemplo del compromiso del Grupo Griñó con la sociedad, las personas, el entorno y el medio ambiente, reafirmando su posición como referente en la gestión eficiente de los residuos.
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