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El ICIQ participa en un estudio que revela cómo este material, una "esponja química", captura dióxido de carbono del biogás con gran selectividad y bajo consumo energético.
Un equipo internacional de científicos, liderado desde Tarragona, en el Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), ha descubierto que un material altamente poroso, conocido como TAMOF-1, puede capturar eficientemente dióxido de carbono (CO₂) del biogás, un gas renovable formado principalmente por metano y CO₂, producido a partir de la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno.
Aunque el biogás representa una alternativa prometedora a los combustibles fósiles, su uso está limitado por su alta concentración de CO₂, que reduce el poder calorífico del gas. Eliminar este componente de manera eficiente y sin un alto consumo de energía es uno de los principales retos para su aprovechamiento a gran escala.
Los resultados, publicados recientemente en Nature Communications, muestran que TAMOF-1 podría contribuir a purificar el biogás de manera asequible y con un coste energético reducido, facilitando así su uso como fuente de energía más limpia.
El TAMOF-1 es una red metal-orgánica (MOF, por sus siglas en inglés) que destaca por su alta porosidad y estabilidad química, similar a una esponja.
En este estudio, los investigadores demostraron que TAMOF-1 puede separar el CO₂ del metano (CH₄) de manera eficiente. A diferencia de los métodos tradicionales que utilizan absorbentes químicos, como las aminas, y que requieren mucha energía para su regeneración, TAMOF-1 permite liberar el CO₂ capturado mediante procesos físicos de bajo consumo energético.
Mediante análisis estructurales, espectroscópicos y simulaciones teóricas, el equipo ha identificado los mecanismos por los cuales las moléculas de CO₂ interactúan con el material. En lugar de enlaces químicos fuertes, se han observado interacciones débiles y dispersas dentro de los canales del TAMOF-1, lo que facilita la recuperación del CO₂ capturado, permitiendo así que la esponja se regenere y pueda reutilizarse sin una pérdida significativa de eficiencia.
Además, este material ha mostrado una buena estabilidad frente a la humedad y condiciones ácidas, lo que lo hace adecuado para procesos industriales.
La investigación ha sido liderada por el Prof. J. R. Galán-Mascarós en el ICIQ, en colaboración con la Prof. Sofia Calero en la Universidad Técnica de Eindhoven; el Dr. Stefano Giancola en la empresa derivada Orchestra Scientific; y un amplio consorcio de instituciones europeas.
Esta investigación forma parte del proyecto europeo SUPERVAL, que tiene como objetivo desarrollar nuevas tecnologías sostenibles para la valorización de gases residuales. El material TAMOF-1, protegido por una patente europea, ha sido licenciado a la empresa Orchestra Scientific, una spin-off del ICIQ e ICREA que trabaja en aplicaciones comerciales de este tipo de tecnologías.
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