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MainStreet Partners, firma especializada en datos ESG y de impacto integrada en Allfunds, destaca el papel estratégico que los biocombustibles y los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) pueden desempeñar en la lucha contra el cambio climático y en el desarrollo de nuevas oportunidades de inversión sostenible.
Con la electrificación avanzando de forma desigual en los distintos sectores económicos, estas soluciones emergen como alternativas imprescindibles para descarbonizar industrias de difícil electrificación, como el transporte aéreo y marítimo.
"Los combustibles sostenibles permiten una reducción significativa de las emisiones sin necesidad de cambiar las infraestructuras actuales, lo que facilita su adopción en el corto y medio plazo", explica Annie Omojola, analista de investigación de fondos en MainStreet Partners.
Además, subraya la importancia de los biocombustibles de segunda generación —obtenidos a partir de residuos y materias no comestibles— que, a diferencia de los de primera generación, minimizan la competencia con cultivos alimentarios y mejoran su perfil de sostenibilidad.
Pese a su enorme potencial, los biocombustibles y los SAF aún enfrentan importantes obstáculos. Su coste es notablemente superior al de los combustibles fósiles tradicionales, la producción sigue siendo limitada y la falta de una regulación clara y homogénea añade incertidumbre tanto para inversores como para operadores.
Sin embargo, el panorama empieza a cambiar gracias al impulso de nuevas políticas públicas. Iniciativas como el paquete europeo Fit for 55 o la Inflation Reduction Act en Estados Unidos están sentando las bases para una adopción más amplia y sostenida.
El creciente compromiso de las empresas con la descarbonización y el interés institucional por alternativas más limpias están alimentando una demanda que podría acelerar la escalabilidad de estas tecnologías. No obstante, advierte MainStreet Partners, para evaluar su viabilidad a largo plazo es fundamental analizar el origen sostenible de las materias primas, la capacidad de producción real y la posible volatilidad en los precios.
"El avance de los combustibles sostenibles no es solo una cuestión tecnológica, sino también una evolución en la forma de entender la inversión climática", concluye Annie Adeola Omojola. Para sectores donde la electrificación todavía no es viable, biocombustibles y SAF representan un paso esencial en la transición hacia una economía baja en carbono.
Con su análisis, MainStreet Partners se suma a un debate estratégico en el que las decisiones de inversión y regulación jugarán un papel crucial en el futuro energético.
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