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Ante el nuevo marco de autonomía estratégica de la UE, el plan presentado hace escasos días por la Comisión Europea para decidir qué productos químicos y centros industriales son esenciales, hace que el complejo petroquímico tarraconense tenga un papel fundamental en los próximos meses.
La circularidad y la descarbonización industrial son dos pilares en los que la Unión Europea está poniendo el foco, con el sector químico como principal bastión para que, en los próximos meses, se tomen decisiones clave que afectarán, en mayor o menor medida, a la industria química nacional y, por ende, europea. Y es aquí donde Tarragona tiene todas las papeletas para seguir siendo referencia para toda la cadena de valor industrial.
La futura publicación del listado de productos químicos que la UE considera esenciales para asegurar su autonomía estratégica será el primero de los puntos que se tratarán del plan recientemente presentado en Bruselas. Serán, pues, determinados productos que deberán ser fabricados de forma exclusiva en Europa y sin dependencia de terceros, siendo la química básica la bandera de todos ellos, fomentando la competitivdad industrial del sector químico.
Después llegará el turno de los polígonos y centros de producción europea. Aquí, la Comisión Europea deberá realizar un minucioso estudio para poder seleccionar aquellos complejos que, de forma activa y continuada, fabriquen ese tipo de productos químicos en Europa, dejando a un lado las importaciones del mercado exterior no europeo.
Ese ´Plan de Acción para la Industria Química´ pretende modernizar la reconfiguración estratégica del sector para seguir reforzando su competitividad, a pesar de los elevados costes de energía y de la escasa demanda actual, lo que hace promover de forma más clara la inversión en innovación y sostenibilidad. Sin duda, dos bastiones fundamentales para poder sacar adelante cada una de las decisiones que, dentro de muy poco, se tomarán al respecto.
La ´Alianza de Productos Químicos Esenciales´ (primera medida del plan) es un paso adelante ya que aboradrá el riesgo de posibles cierres de instalaciones en el sector químico.
Esta Alianza identificará los centros de producción críticos que necesiten apoyo específico y abordará cuestiones comerciales como las dependencias y las distorsiones de la cadena de suministro. Además, la Comisión aplicará medidas de defensa comercial para garantizar una competencia leal, ampliando el seguimiento de las importaciones de productos químicos a través del actual Grupo de Trabajo sobre Vigilancia de las Importaciones.
Por último la Alianza "armonizará las prioridades de inversión, coordinará los proyectos nacionales y de la UE -incluidos los proyectos importantes de interés común europeo (PIICE)- y apoyará los centros de producción críticos de la UE para impulsar la innovación y el crecimiento regional".
Este último punto es clave, y es la gran oportunidad de Tarragona. La Alianza de Productos Químicos Esenciales no es un simple artefacto proteccionista, que busca dar aire a industrias en crisis, sino que pretende ser el mecanismo que impulse la transformación de este sector para ponerlo en primera línea de competitividad global, buscando una vía europea.
La oportunidad que tiene ante sí el polo petroquímico de Tarragona tiene mucho que ver con la segunda gran medida contemplada en este Plan de Acción. Se trata de la aplicación urgente del Plan de Acción para una Energía Asequible para "ayudar a reducir los elevados costes de la energía y de las materias primas". El Plan introduce normas claras para el hidrógeno con bajas emisiones de carbono y actualizará las ayudas estatales para reducir, de aquí a finales de año, los costes de la electricidad para un mayor número de productores del sector químico.
Además, fomenta el "uso de fuentes de carbono limpias, como la captura de carbono, la biomasa y los residuos, junto con el apoyo a las energías renovables". Un punto en el que Tarragona, con proyectos tractores como la Ecoplanta, T-HYNET (el mayor electrolizador para hidrógeno descarbonizado de España) y el almacén de CO2 TarraCO2 -todos liderados por Repsol y seleccionados por la Comisión Europea entre los proyectos estratégicos merecedores de líneas de subvención del Fondo de Innovación de la Unión Europea-, tiene mucho que decir.
En este sentido, el Plan de Acción para la Industria Química destaca los incentivos y las medidas fiscales para "impulsar la demanda de productos químicos limpios", donde se enmarcan la próxima Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, que buscará "apoyar el crecimiento del mercado y la inversión en tecnologías limpias", o la futura Estrategia de Bioeconomía y la Ley de Economía Circular, que "impulsarán la eficiencia de los recursos de la UE y el reciclado de sustancias químicas", y reforzarán el mercado de los "productos de origen biológico y reciclados alternativos a los insumos de origen fósil".
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