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El director general de Feique, Juan Antonio Labat, participó hace escasos días en la sesión El Futuro del Comercio Global: aranceles, desafíos y perspectivas empresariales, organizada por El País, KPMG y Corporate Excellence.
El encuentro sirvió para que representantes institucionales y empresariales pudieran analizar los principales retos que afronta la industria europea en el nuevo contexto de relaciones comerciales globales.
Durante su intervención, Labat advirtió del impacto que un eventual incremento de los aranceles hasta el 30% tendría sobre la evolución del sector químico español, que podría ver reducido en un 3% el crecimiento previsto para este año, según estimaciones de Feique.
No obstante, el director general de Feique subrayó que Estados Unidos es un mercado relevante para la industria química española, pero no el único. Actualmente representa el 5,8 % de las exportaciones del sector, situándose como su quinto destino. Sin embargo, España es también el segundo mayor importador de productos químicos procedentes de EE. UU., lo que convierte a ambas economías en socios comerciales prioritarios.
En este contexto, Labat abogó por un enfoque realista y pragmático en las negociaciones bilaterales de la UE y EE. UU., más cercano al modelo aplicado con Reino Unido que al seguido en las relaciones con China. “En esta guerra comercial perdemos todos: ellos y nosotros”, afirmó al respecto.
En relación con la competitividad, Labat señaló que la amenaza para la industria europea no proviene únicamente de la deslocalización, sino de una combinación de factores estructurales que están debilitando desde hace años: unos costes energéticos desproporcionados, sobrerregulación, cargas administrativas crecientes y una fiscalidad climática desequilibrada.
Este entorno está provocando el traslado de actividad industrial fuera de Europa hacia regiones con menores exigencias medioambientales. A medio plazo, esta dinámica no solo pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos climáticos, sino también el empleo, riqueza y servicios avanzados vinculados directamente al mantenimiento de una base industrial sólida.
En esta línea, Labat quiso recordar la advertencia formulada por Enrico Letta sobre el riesgo sistémico que implica la pérdida de la base industrial: “Si cae la industria, colapsa Europa”. Para evitarlo, insistió en que es imprescindible reforzar la competitividad industrial si Europa quiere seguir siendo un actor relevante en los mercados globales. El Clean Industrial Deal europeo representa un paso en la dirección correcta, pero debe traducirse en medidas eficaces que impulsen la capacidad de producción y la autonomía estratégica del continente.
En la sesión también intervinieron Julián Conthe Yoldi, director general de Política Comercial de la Secretaría de Estado de Comercio; Cándido Pérez, socio responsable de KPMG en España; Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB; Carola Hermoso, directora de relaciones institucionales de UNESID; Pablo Crespo, secretario general de FENIN; y Juan José Blanco, socio responsable de KPMG Abogados. El debate estuvo moderado por Carlos de Vega, subdirector de Información de Prisa Vídeo.
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