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Mantener espacios frescos sin el rugido constante de un compresor ni el consumo disparado de electricidad parecía una utopía. Bluetek, empresa con sede en Luynes, cerca de Tours, demuestra que es posible con su sistema de enfriamiento adiabático, capaz de reducir la temperatura interior de manera eficiente, económica y respetuosa con el medio ambiente.
En sus propias instalaciones, sometidas a pruebas reales durante los meses más calurosos, han comprobado descensos de temperatura de 35 °C exteriores a 27 °C interiores. Todo ello sin choques térmicos y con un consumo hasta 10 veces menor que el de un aire acondicionado convencional. Esta propuesta no solo mejora el bienestar de quienes trabajan en entornos industriales exigentes, sino que también contribuye a reducir las emisiones ligadas a la climatización tradicional.
En entornos como talleres de soldadura, donde el calor se acumula y el aire se vuelve irrespirable, la diferencia es tangible. Antes de la instalación, el calor dentro de la nave era prácticamente idéntico al del exterior, haciendo el trabajo incómodo y agotador. Tras incorporar el sistema Bluetek, los operarios han experimentado una mejora clara: el aire es más ligero, la temperatura más estable y el agotamiento por calor se reduce de forma notable.
La tecnología adiabática funciona haciendo pasar el aire caliente por un intercambiador húmedo. Al evaporarse el agua, se absorbe calor del aire, que se enfría sin necesidad de compresor ni gases refrigerantes. Esto evita el uso de HFC (hidrofluorocarburos), potentes gases de efecto invernadero cuyo impacto climático es miles de veces superior al del CO₂.
A diferencia de la climatización convencional, que busca alcanzar temperaturas artificialmente bajas, el sistema adiabático mantiene un descenso moderado y saludable. Tal y como explica Philippe Fritzinger, director general de Bluetek, “no se trata de fijarse en cifras exactas, sino de priorizar el confort térmico real y el ahorro energético”. Limitar el diferencial térmico a unos 7 °C respecto al exterior reduce el riesgo de estrés térmico y evita problemas de salud como dolores de cabeza, sequedad en las vías respiratorias o cambios bruscos en la circulación sanguínea.
En términos de mantenimiento, la sencillez juega a favor: menos piezas móviles, limpieza más simple y menor riesgo de averías. Además, el consumo de agua está optimizado, con sistemas que reciclan parte del líquido no evaporado.
Bluetek no se limita a ofrecer un único modelo. El COOLFLOW 5000, por ejemplo, es capaz de mover 5.000 m³/h con apenas 280 W de consumo eléctrico, un rendimiento difícil de igualar por la climatización tradicional. Otros modelos como Adiaplay o AdiaBOX se integran en cubiertas, sistemas de ventilación o soluciones modulares, lo que permite adaptarlos tanto a fábricas como a espacios comerciales o deportivos.
En Francia, este tipo de tecnologías encaja cada vez más con las políticas de eficiencia energética impulsadas por la Unión Europea, que busca reducir en un 55 % las emisiones para 2030. En climas cálidos y secos, como el sur de España, el norte de África o el sureste de Francia, el enfriamiento adiabático se perfila como una de las opciones más efectivas y asequibles para la refrigeración sostenible.
El uso extendido de sistemas adiabáticos podría significar un cambio relevante en la forma en que se enfrían hogares, oficinas e instalaciones industriales. Su bajo consumo eléctrico contribuye a disminuir la demanda energética en picos de calor, aliviando la carga sobre las redes y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Además, al eliminar gases refrigerantes de alto impacto climático, estas soluciones evitan emisiones que, de otro modo, se acumularían durante décadas en la atmósfera. La implementación masiva podría integrarse con energía solar fotovoltaica, logrando sistemas de refrigeración prácticamente autónomos y con huella de carbono mínima.
En ciudades, podrían instalarse en edificios públicos, centros educativos o mercados, mejorando el confort sin elevar las facturas eléctricas ni agravar el efecto isla de calor. En el ámbito doméstico, versiones compactas permitirían mantener viviendas frescas en verano sin comprometer el consumo anual ni el medio ambiente.
En definitiva, el enfriamiento adiabático no es solo una alternativa tecnológica: es una oportunidad real para repensar cómo enfriar el aire en un mundo que necesita urgentemente soluciones sostenibles y responsables.
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