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El V Foro de la Bomba de Calor, organizado por AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización) conjuntamente con Iberdrola, ha consolidado una vez más su papel como espacio de referencia para analizar el futuro de la electrificación térmica en España.
Bajo el título “Bomba de calor: un activo para la seguridad energética y la flexibilidad de la red”, la jornada reunió a responsables de la administración, del sector eléctrico, de las energías renovables y de la industria para debatir sobre el papel estratégico de esta tecnología en el nuevo modelo energético.
El foro fue inaugurado por Miguel Rodrigo, director general del IDAE, quien destacó el momento de inflexión que atraviesa el sistema energético español y la oportunidad de las bombas de calor para acelerar la descarbonización, aumentar la eficiencia y reforzar la soberanía energética.
La mesa de debate principal, moderada por Víctor Carballo (Iberdrola – Smart Clima), reunió a Jacobo Llerena (subdirector General de Eficiencia Energética del MITECO), Marina Serrano (presidenta de AELEC), Luis Mena (presidente del Comité de Estadísticas de Bomba de Calor de AFEC) y Santiago Gómez (presidente de APPA Renovables).
En un contexto marcado por la revisión de las reglas del mercado energético tras la “decepción normativa” del verano de 2025, los ponentes coincidieron en que la bomba de calor representa una herramienta estratégica para equilibrar oferta y demanda renovable, reducir la dependencia del gas y fortalecer la resiliencia del sistema eléctrico.
“Vamos hacia un sistema mucho más complejo en el que el consumidor tiene un papel protagonista. Flexibilizar las redes y reconocer esa aportación será esencial”, subrayó Marina Serrano.
Jacobo Llerena recordó que el nuevo marco regulatorio debe acompañar esta transformación con señales adecuadas, citando la revisión del factor de paso de energía primaria (PEF) como un elemento clave para alinear la certificación de edificios con los objetivos de electrificación. “La revisión a 2030 reducirá el factor, y eso enviará señales de precio más coherentes y positivas”, señaló.
Por su parte, Luis Mena advirtió sobre el impacto de la incertidumbre normativa en los fabricantes y en la adopción por parte de los consumidores: “La industria está preparada; el freno ya no es técnico, sino regulatorio. Necesitamos certidumbre y coherencia entre los distintos pilares legislativos.”
Desde el ámbito renovable, Santiago Gómez subrayó el papel de las bombas de calor en la gestión de excedentes solares y eólicos y en la integración de comunidades energéticas: “Si vinculamos autoconsumo y bombas de calor colectivas, logramos ahorro, flexibilidad local y eficiencia absoluta.”
En la segunda parte del debate se puso el foco en la evolución de la bomba de calor de tecnología eficiente a activo estratégico del sistema.
Marina Serrano insistió en la triple contribución de la bomba de calor a la eficiencia, la seguridad energética y la flexibilidad, destacando que “el conflicto bélico en Europa nos hizo ver que no podemos dar por hecho que la seguridad energética esté garantizada; en este contexto, la bomba de calor ayuda a reforzarla porque no depende de la volatilidad de los combustibles fósiles”.
El diálogo concluyó con una llamada conjunta a alinear política, regulación, red y mercado para desbloquear el verdadero valor de esta tecnología. “La autopista está construida; ahora necesitamos que circulen más vehículos”, resumió Mena.
El ponente internacional invitado, Jan Rosenow, profesor de Política Energética y Climática en la Universidad de Oxford y senior associate en la Universidad de Cambridge, ofreció la ponencia magistral “Heat pumps as strategic grid assets: delivering energy security, flexibility & decarbonisation”.
Rosenow mostró evidencias de cómo las bombas de calor ya se están utilizando en Europa como herramientas de gestión de la demanda y almacenamiento térmico, capaces de reducir hasta un 30 % la contribución al pico de carga mediante estrategias de optimización y tarifas horarias. “Los sistemas eléctricos del futuro no se construirán solo con generación renovable, sino también con consumo inteligente”, afirmó.
El experto recordó que más de dos tercios de la electricidad europea ya procede de fuentes no fósiles, lo que refuerza la competitividad climática de la bomba de calor frente al gas. “La electrificación del calor no solo reduce emisiones: aumenta la resiliencia y la independencia energética de Europa”, concluyó.
La última sesión, moderada por Marta San Román, directora general de AFEC, reunió a Rosenow con Francisco Perucho, presidente de AFEC, en un formato participativo que invitó a cuestionar el presente y futuro del sector.
Se abordaron cuestiones como la saturación administrativa de las redes eléctricas, las barreras económicas y de conocimiento que frenan el despliegue de las bombas de calor, la necesidad de un marco regulatorio estable y predecible, y la competitividad de la industria europea.
Francisco Perucho destacó que “la bomba de calor es la tecnología que mejor sintetiza el nuevo paradigma energético: combina eficiencia, electrificación y soberanía. Pero necesita un marco que convierta el discurso en acción.”
Rosenow cerró con un mensaje optimista: “El progreso siempre parece imposible hasta que ocurre. La historia de la transición energética europea demuestra que las soluciones se aceleran cuando las creemos posibles. La bomba de calor es una de ellas.”
El V Foro de la Bomba de Calor de AFEC evidenció que la transición térmica avanza, pero requiere claridad regulatoria, incentivos efectivos y coordinación institucional. La bomba de calor ha dejado de ser una opción técnica para convertirse en una infraestructura energética clave: un activo para la seguridad, la flexibilidad y la descarbonización del sistema español.
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