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Este estudio tiene como objetivo minimizar los peligros de contaminación en la producción de yogurt, asegurando su calidad e inocuidad mediante la aplicación del sistema HACCP, que identificó tres puntos críticos de control en las etapas de pasteurización, inoculación e incubación, estableciendo los límites críticos para garantizar la seguridad del producto.
En un entorno globalizado, donde la demanda de alimentos seguros y de calidad es creciente, la aplicación del sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) es fundamental para garantizar la inocuidad de los alimentos en el mercado mundial, ya que permite identificar y controlar riesgos a lo largo de la cadena de producción, asegurando que los productos sean seguros para el consumo.
Los productos lácteos, especialmente el yogurt, son valorados por su alto contenido nutricional y sus beneficios para la salud. Este es típicamente leche que ha sido fermentada y acidificada con bacterias viables y bien definidas, creando un producto espeso, a menudo con sabor y con una vida útil prolongada.
Sin embargo, a pesar de sus múltiples ventajas, la producción de yogurt enfrenta desafíos significativos debido a la contaminación microbiológica o química que pueden comprometer tanto la calidad del producto como la salud del consumidor.