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En un entorno internacional muy competitivo, el sector papelero de nuestro país logró incrementar sus niveles de consumo y producción en 2024, consolidando su posición de liderazgo en Europa, gracias a su apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el comercio exterior.
Así, tal y como reflejan los datos de ASPAPEL, el consumo y la producción de papel y cartón experimentaron incrementos del 6,2% y del 8,5%, respectivamente. En el caso de la celulosa, su consumo también aumentó un 20,4%, mientras que su producción experimentó un crecimiento del 5,3%.
Pese a esta evolución positiva, la facturación de la industria productora de pasta, papel y cartón se mantuvo estable, como consecuencia de un entorno global altamente competitivo, en el que los costes estructurales condicionan la rentabilidad del sector.
Uno de los indicadores más relevantes de 2024 ha sido el crecimiento del consumo, que confirma la recuperación de la actividad y refuerza la confianza en el futuro del sector.
El consumo de papel y cartón alcanzó 6.730.890 toneladas, un 6,2% más que el año anterior. Este incremento se ha producido especialmente en el papel higiénico y sanitario, que crece un 14,6%. También destaca el aumento del 9,1% de los envases y embalajes, en sintonía con las tendencias en comercio y logística sostenible.
Por su parte, el consumo de celulosa se disparó hasta las 1.999.038 toneladas, lo que supone un incremento del 20,4% respecto a 2023. Este dato subraya la capacidad del sector para abastecer tanto al mercado nacional como al internacional con un recurso estratégico, renovable y reciclable.
Por otro lado, según los datos facilitados por ASPAPEL, la producción de papel y cartón vuelve a la senda de crecimiento. Las fábricas produjeron un total de 6.561.467 toneladas de papel y cartón en 2024, lo que representa un crecimiento del 8,5% en comparación con el ejercicio anterior. Con un 7,4% de la producción comunitaria, España mantiene su posición como el sexto mayor productor de papel y cartón de la Unión Europea.
En 2024, todos los tipos de papel han visto incrementada su producción respecto al año anterior. El papel para envases y embalajes sigue siendo el predominante, con un 68,6% de la producción total, seguido del higiénico y sanitario (14,1%), el papel para prensa, impresión y escritura (11%), y, por último, papeles especiales y otros (6,3%).
Por su parte, la producción de celulosa ha alcanzado las 1.696.337 toneladas, un 5,3% más que en 2023. Con ello, España se consolida como el quinto productor europeo de celulosa.
A pesar de este notable incremento en los niveles de producción, la facturación del sector se ha mantenido estable. En 2024 se situó en 5.232 millones de euros, lo que supone apenas un 0,6% menos que el año anterior. El análisis por segmentos muestra una caída del 12,9% en la facturación de la celulosa, mientras que en el caso del papel y cartón experimentó un ligero incremento del 0,5%.
Así, el aumento en los niveles de consumo y producción no se ha traducido en un incremento de la facturación, debido a la presión del entorno global altamente competitivo en el que operan las empresas papeleras de España. Los elevados costes energéticos y estructurales, superiores a los de otros países, han condicionado la rentabilidad del sector a pesar de su fortaleza productiva. Este contexto coloca a la industria pastero-papelera española en una clara desventaja competitiva respecto a otros mercados.
El comercio exterior ha sido nuevamente una palanca clave para sostener la actividad del sector. En 2024, las exportaciones de papel y cartón crecieron un 17,9%, hasta las 2.894.850 toneladas, lo que representa el 44,1% de la producción. Los principales destinos de estas exportaciones siguen siendo los países del entorno europeo, especialmente Portugal, Francia, Italia, Países Bajos y Alemania. Al mismo tiempo, las importaciones de papel y cartón aumentaron un 11,7%, con un total de 3.064.273 toneladas. Estas cifras muestran una mejora en el balance comercial entre exportaciones e importaciones.
En cuanto a la celulosa, las exportaciones se mantuvieron prácticamente estables con 993.504 toneladas (un 0,8% menos), mientras que las importaciones aumentaron un 23,3%, hasta las 1.296.205 toneladas, en respuesta al incremento del consumo interno. En este contexto, España exporta el 58,6% de la celulosa que produce, principalmente a la Unión Europea, siendo Países Bajos, Alemania, Italia y Polonia los principales destinos.
La industria papelera española reafirma un año más su compromiso con la sostenibilidad como uno de sus principales vectores de crecimiento, con foco especial en la economía circular, la gestión forestal sostenible y la producción responsable.
En 2024 las fábricas reciclaron 5.200.210 toneladas de papel recuperado, un 7,7% más que el año anterior, lo que eleva la tasa de reciclaje al 83,6% y confirma a España como el tercer país más reciclador de estos materiales en la Unión Europea.
Por otro lado, el consumo de madera en 2024 fue de 5.576.940 m³ sin corteza, un 10,3% más que en 2023. El 88,4% fue de origen nacional, procedente de plantaciones gestionadas de forma sostenible, lo que garantiza el impacto positivo tanto en el medioambiente como en el empleo y la economía local.
Un año más, el sector ha mantenido su compromiso con la inversión, que es una de sus principales palancas de competitividad. En 2024 se han destinado 292 millones de euros a nuevas inversiones, lo que representa un 5,6% de la facturación anual. Estas inversiones se han centrado en innovación tecnológica (20,4%), mejoras en calidad y medio ambiente (17,7%), y aumento de capacidades productivas (16,2%).
La industria papelera mantiene un rol estratégico en la cohesión territorial y la creación de empleo estable. En 2024, el número de empleos directos alcanzó las 17.489 personas trabajadoras, mientras que los empleos indirectos se estiman en 87.000. Estos datos reflejan la resiliencia del empleo en el sector industrial, incluso en escenarios globales de alta presión competitiva.
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