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Para proteger eficazmente las plantas de producción, es necesario adoptar un enfoque holístico de seguridad que salvaguarde tanto las instalaciones, la maquinaria, los datos y los empleados como toda el área externa hasta las vallas perimetrales, utilizando tecnologías y estrategias modernas diseñadas específicamente para las necesidades del sector.
Aunque la innovación promueve la eficiencia y la automatización a gran escala en el sector manufacturero, también añade exigencias complejas en materia de seguridad física, especialmente en lo que respecta a la gestión de la seguridad del personal, la disuasión de robos y la continuidad operativa.
A diferencia de los entornos de oficina tradicionales, las plantas de fabricación operan como verdaderos “campus” autónomos. Estos espacios incluyen almacenes, líneas de producción, patios logísticos y zonas de acceso restringido, cada uno con requerimientos de seguridad específicos. La presencia de personal operativo las 24 horas añade aún más complejidad, exigiendo sistemas que gestionen funciones, horarios y derechos de acceso variables.
Administrar estos entornos en constante evolución requiere mucho más que un simple control perimetral: es fundamental tener una conciencia completa y precisa de la situación en todos los puntos de entrada, muelles de carga y áreas internas.
Las soluciones de seguridad en el ámbito industrial pueden incluir: control de accesos mediante biometría y tarjetas, sistemas inteligentes de videovigilancia con análisis de vídeo, sensores avanzados de intrusión, alarmas integradas, software de gestión de seguridad y análisis de datos, soluciones de ciberseguridad para proteger los sistemas de control industrial (ICS) y datos sensibles, y procedimientos operativos actualizados junto con la formación correspondiente del personal.
Según Fabiola Ruvalcaba, regional product manager Europe de Genetec, “tener una comprensión profunda de los procesos internos en la industria manufacturera es esencial para la correcta definición de los procesos de seguridad que han de ser implementados y la forma en que han de ser instalados y operados”.
En un entorno dinámico, el control de accesos, por ejemplo, ya no consiste simplemente en emitir credenciales de identificación o usar listas en papel. Las infraestructuras modernas deben registrar quién entra, cuándo, hacia dónde se dirige y cuánto tiempo permanece. Los responsables de seguridad, mediante sistemas de control de acceso multinivel e integraciones inteligentes con plataformas de gestión de identidades y bases de datos, pueden automatizar los permisos y mantener un registro preciso y en tiempo real de todos los accesos del personal.
Fabiola Ruvalcaba explica que “el sector en EMEA no está exento de estos procesos. Cada vez más son requeridos sistemas avanzados que permiten llevar un detallado control de los visitantes o de los proveedores. Añaden más valor los sistemas que pueden controlar los accesos desde el momento de entrada en vehículo, asignación de áreas específicas de visita, controles de salida de mercancías y otros, ya sea mediante credenciales inteligentes, móviles o biometría.”
También la seguridad perimetral ha evolucionado. Las rejas y portones tradicionales ya no son suficientes. Las plantas de producción están adoptando barreras electrónicas que utilizan tecnologías LiDAR (Light Detection and Ranging, basadas en impulsos láser para medir distancias y generar mapas tridimensionales precisos del entorno) y sensores para detectar e intervenir ante intrusiones, incluidas las provocadas por la fauna silvestre o los drones. Los sistemas de detección de drones son especialmente relevantes en los sectores industriales sensibles o de alto valor, donde la vigilancia aérea puede resultar fundamental.
Las fases de envío y recepción de mercancías representan algunos de los puntos más vulnerables en el proceso de fabricación. Asegurar que los productos y materiales sean cargados en vehículos apropiados y autorizados (como camiones con licencias específicas, vehículos rastreables o mensajeros verificados) es esencial. Este proceso garantiza un transporte seguro, conforme a las normativas y hacia el destino correcto, minimizando los riesgos de pérdida, daño o robo.
Estos últimos suelen producirse durante la fase de entrega, tanto por actores externos como por errores internos. Para protegerse ante estos riesgos, muchas empresas están recurriendo a los SOC (Centros de Operaciones de Seguridad), que pueden estar ubicados dentro de la planta de producción o en instalaciones externas gestionadas por proveedores especializados. Estos centros funcionan como núcleos de control centralizados que integran vigilancia, control de accesos y análisis en tiempo real.
Gracias a la integración en una única plataforma tecnológica de seguridad (como Genetec Security Center) de herramientas como el reconocimiento automático de matrículas y remolques, LiDAR, verificación de credenciales del conductor, los SOC permiten a los operadores gestionar el área logística de forma más eficaz. Esto incluye la supervisión de los puntos críticos, la verificación de identidades y el rastreo de vehículos en todo el perímetro logístico.
En un mercado laboral competitivo, demostrar un firme compromiso con la salud y la seguridad del personal se ha convertido en un factor diferenciador para las empresas del sector, yendo más allá del mero cumplimiento normativo y adoptando el uso estratégico de datos y tecnologías para proteger proactivamente a los trabajadores y garantizar su seguridad en todos los niveles.
La gestión de emergencias también ha experimentado una transformación radical. Por ejemplo, la precisión en el conteo de personal durante una evacuación, que antes dependía de verificaciones manuales, hoy está garantizada gracias a tecnologías innovadoras: sistemas basados en etiquetas RFID para grandes áreas, escaneo de credenciales y datos de localización en tiempo real proporcionan un informe inmediato y exacto de las personas presentes.
En situaciones de alto riesgo, esta tecnología permite a los responsables de seguridad actuar con rapidez y compartir información detallada con autoridades y familiares, ofreciendo respuestas eficaces en momentos críticos.
Los sistemas de seguridad física desempeñan un papel cada vez más estratégico en la eficiencia de los procesos operativos. En entornos de alta productividad, incluso unos pocos minutos de inactividad pueden acarrear graves consecuencias económicas. La videovigilancia y el análisis aceleran los diagnósticos capturando el momento exacto de un fallo técnico, como el mal funcionamiento de un brazo robótico, lo que permite retomar rápidamente las operaciones.
La seguridad física en el sector manufacturero ha superado sus antiguos límites: ya no se trata solo de mantener a los intrusos fuera, sino de permitir que las personas trabajen de forma segura y eficiente. Con sistemas más inteligentes y un enfoque más integrado, las empresas pueden transformar la seguridad en una ventaja estratégica que impulse el crecimiento, la resiliencia y el éxito a largo plazo.
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