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La tecnología centrífuga está emergiendo como un vector clave en la reconfiguración industrial hacia la sostenibilidad, especialmente en la valorización de residuos mediante digestión anaerobia. Este artículo analiza la eficiencia de la separación centrífuga en procesos de producción de biogás, así como su aplicabilidad transversal en otros sectores industriales como el tratamiento de aguas, la agroalimentación o la recuperación de subproductos.
La industria está atravesando un proceso de transformación estructural hacia modelos productivos más sostenibles.
Entre los vectores habilitadores de esta transición destaca la valorización energética de residuos mediante digestión anaerobia, con especial protagonismo del biogás. Su desarrollo no puede entenderse sin una gestión eficaz del digestato generado, donde la separación sólido-líquido desempeña un papel determinante.
En este contexto, la separación centrífuga que siempre ha estado presente en aplicaciones industriales desde su primera aplicación en la industria azucarera a mediados del siglo XIX se posiciona en la actualidad como una tecnología estratégica en sectores como el tratamiento de aguas, el agroalimentario, la química o la gestión de residuos urbanos.